Según las estadísticas de la American Cancer Society, para 1968, murieron 315000 norteamericanos de cáncer y entre ellos, el 30 % se encontraba fuera de toda posibilidad terapéutica. En Venezuela, el 25 % de los pacientes en el momento del diagnóstico se encuentran fuera de toda posibilidad terapéutica. El hecho se agrava por cuanto solo disponemos de un médico por cada 1000 habitantes. Los pacientes con cáncer acuden al médico en estados avanzados de la enfermedad. A este retardo, difícil de entender, se incrimina la ignorancia, el temor a saber la verdad, temor a la muerte. Consideramos de valor significativo, el adoctrinamiento que pueden impartir los médicos, acerca de los síntomas y signos precoces del cáncer a nivel de las clínicas de pesquisas y en exámenes rutinarios de pacientes, creando una actitud más positiva y racional y eliminar esa reacción cancerofóbica. Recomendamos promover, impulsar y apoyar las campañas anticancerosas con fines preventivos. Convertir la consulta y la pesquisa en una actividad rutinaria de prevención a la que todo ciudadano, tiene derecho y debe buscar normalmente por iniciativa propia. Fomentar la educación y divulgación de estos temas en colegios, liceos y grupos laborales. Despertar una actitud positivista en el médico general sobre el tratamiento del cáncer, recalcando que su potencial de curación es tanto mayor cuanto más precozmente se haga el diagnóstico correspondiente.