La gravedad que puede revestir el carcinoma in situ del cuello uterino, hace que, se le preste gran atención y sea tratado por personas debidamente capacitadas. La recidiva del carcinoma in situ, aún después de histerectomía con vaginectomía parcial, nos hace pensar que medios menos radicales como amputación, conización y electrocoagulación, no deberían estar indicados, sino para casos de excepción, como podrían ser la mujer que quiera conservar su función reproductora o casos de inoperabilidad por causa médicas. En conocimiento de que el carcinoma in situ puede recidivar con implicaciones fatales, las pacientes tratadas por esta afección deben ser sometidas a controles ginecológicos periódicos que incluyan: citología vaginal, test de schiller y colposcopia. La biopsia de áreas sospechosas descubiertas es esencial. La vaginectomía parcial o total por vía vaginal es el procedimiento más fácil y seguro que hemos empleado en el tratamiento de estas recidivas.