El cáncer ha llegado a ser nuestro país la tercera causa de muerte. Si dentro de las estadísticas del Ministerio de Sanidad eliminamos los accidentes, por ser estos causales de muertes donde el rol de la medicina es secundario, el cáncer pasa a ser la segunda causa de muerte por enfermedades, con una tasa de crecimiento tan rápida que quizás llegue a ocupar el primer lugar dentro de breve tiempo.
Existen grupos etarios, por ejemplo el de mujeres jóvenes, en los cuales el cáncer es la primera causa muerte, donde se evidencia la importancia social de este flagelo de la humanidad que diezma las posibilidades de vida para muchos de nuestros congéneres.
Dentro de todas las patologías que comprende el cáncer hay un tipo que nos muestra la importancia de esta enfermedad: el cáncer de pulmón. Este representa el 25 % de todas las muertes por cáncer en los Estados Unidos y el primer lugar entre las causas de muerte por cáncer en el hombre; en las mujeres ha llegado a segundo lugar como causa de muerte, esperándose que para el año 1985 pase a ocupar el primer lugar superando el cáncer de mama. Su diagnóstico precoz es difícil y la enfermedad solo se diagnóstica en una etapa local en menos del 17 % de los casos, siendo la sobrevida a los 5 años menor a 10 %, a pesar de los avances de la radioterapia y quimioterapia.
La relación entre el cáncer de pulmón y cigarrillos es evidente y en más del 85 % de los casos se encuentra una relación directa entre el fumar y la presentación de los casos, siendo esto verdadero para todos los tipos histológicos. No olvidemos la relación prominente del habito de fumar con otros tipos de cáncer, tales como los de la boca, vías aéreas superiores y esófago, los cuales tienen una incidencia relativamente alta en nuestro países cual ocupa el cuarto lugar en el mundo, en cuanto a la mortalidad en el sexo femenino por neoplasias orales.
En nuestro país el cáncer de pulmón, ocupa el segundo lugar en cuanto a causa de muerte por cáncer en el hombre y el cuarto lugar en la mujer. Creemos que esta realidad va a cambiar dentro de poco, acentuándose la incidencia y mortalidad, ya que observamos como los casos de cáncer de pulmón aumentan de manera galopante en todos los hospitales, llevando a que servicios como los de Neumonología del Hospital Universitario de Caracas tengan el 50% de las camas ocupadas con pacientes con cáncer de pulmón. Hay que agregar por razones propias de nuestra idiosincrasia, nuestros casos en fase local son diagnosticados en un porcentaje menor que en los países desarrollados. También hay que agregar que la sobrevida a los 5 años no sobrepasa el 15%.Así pues, este tipo de tumor representa un verdadero cuadro de lo apocalíptico que resulta el cáncer en cierto tipos de presentación.
En los actuales momentos de crisis económica y de austeridad, uno de los principales problemas para quien trabajamos en este campos es la falta de recursos y de financiamiento para los programas de prevención, detección precoz, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de estos enfermos, al igual que para impulsar planes de investigación tanto básicos como aplicados en el campo de la oncología. La existencia de pocos centros especializados los cuales muestran el embate de grandes cantidades de pacientes y los claros signos de la falta de recursos para optimizar la atención prestada, ensombrecen día a día el panorama de la medicina oncológica.
No hablemos de los centros de radioterapia en el interior del país, mucho de los cuales funcionan de una manera insuficiente por la renovación de sus equipos, ni de las dificultades de los quimioterapeuta para lograr conseguir las drogas de sus múltiples esquemas, ni de los servicios existentes tales como<.auspicios, programas de cuidado, de soporte nutricional, rehabilitación sexual, etc. Los programas de la dirección de oncología teles como: registro de tumores, programa de cáncer de cuello uterino, se han encontrado con el tradicional muro de la falta de presupuesto, hecho común que actualmente se agrava por la crisis económica. Ante estos hechos se plantea una pregunta: ¿Como conseguir recursos económicos para la lucha contra el cáncer? Frente a esta interrogante surge un planteamiento que creo que ayudara a obtener apreciables sumas de dinero para financiar todos los aspectos de la oncología y que también podría bajar la incidencia de uno de los más temibles tipos de cáncer: el cáncer de pulmón; este planteamiento es la creación de un impuesto oncológico, el cual sería aplicado al cigarrillo, adicionándose directamente al valor de costo y derivando directamente a la Dirección de Oncología del M.S.A.S. lo cual correspondería a una producción de decenas de millones de bolívares, dependiendo si la tasa a pechar es de Bs. 0,50 o 1;00 por cajetilla. Evidentemente esta cantidad de dinero contribuiría de una manera decisiva al mejoramiento de la atención oncológica y quizás a la puerta en marcha de un programa de centros regionales, de ampliar la cobertura de los programas de detección precoz así como la posibilidad de financiar la investigación en este campo. Pienso que de una manera indirecta podría bajar la incidencia de esta patología, al bajar el consumo por el alza de precios, aceptando de antemano que esto es muy discutible. El planteamiento general, podría resolver mucho de los problemas actuales de la oncología en Venezuela de una manera inmediata por los próximos años, solamente falta contar con el apoyo de un grupo decidido de personas que podrían iniciar y dar un empuje a esta idea. Pienso que una de las instituciones abanderadas debe ser la Sociedad Venezolana de Oncología. Presentar un proyecto tanto a nivel de las Cámaras del Congreso como del Ejecutivo directamente se hace necesario.