El Dr. Cabanas, jamás sospecho que su concepto de ganglio centinela se constituiría en la mayor evolución en el tratamiento quirúrgico de los tumores sólidos a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI. En la región de la cabeza y el cuello, la detección del ganglio centinela puede definitivamente evitar la disección de cuello en aquellos pacientes en donde el ganglio centinela sea reportado como negativo. El porcentaje de identificación del ganglio centinela oscila entre 88% y 96%, identificándose aproximadamente en 30% de los pacientes dos y hasta tres áreas ganglionares con ganglios centinelas, lo cual hace imprescindible la utilización preoperatorio de la linfoescintografía cutánea, lo que permitiría identificar todas las áreas que deben ser exploradas en el acto operatorio, además se ha demostrado que este estudio permite identificar drenaje linfático diferente a la predicción clínica hasta en 35% de los pacientes.