INTRODUCCIÓN: Desde hace años, comenzando en 1958, se han venido usando trazadores radioactivos con la intención de visualizar a los vasos y ganglios linfáticos. El más usado había sido el Oro-198 coloidal, inyectado por vía subcutánea en espacios interdigitales de los pies, seguido de ejercicios o haciendo caminar al paciente, durante una hora, para provocar la difusión. OBJETIVOS: Las posibilidades de este procedimiento sencillo, incruento e inocuo nos motivaron a emplearlo en pacientes con diversos tipos de linfomas, y aquí, presentamos las experiencias preliminares obtenidas. MÉTODOS: Se estudiaron 15 pacientes, en el Centro Médico de Caracas y el Hospital Universitario de Caracas, con enfermedad comprobada mediante biopsia. La cintigrafía fue practicada en diversos momentos del curso de la linfomatosis, efectuándola tres veces en dos pacientes, y dos veces en otros dos casos, para un total de 21 exámenes en los 15 pacientes.
RESULTADOS:
En los 15 pacientes examinados, la cintigrafía fue positiva en 11 de ellos. En 3 pacientes fue negativa, coincidiendo la ejecución del examen con el fin del periodo de tratamiento con quimioterapia y/o radioterapia. A 5 pacientes les fue practicada la linfografía, la cual, fue positiva en tres de ellos, siendo en estos la cintigrafía positiva también.
CONCLUSIONES:
El procedimiento altamente sencillo, incruento e inocuo, es útil para fijar el grado de extensión de los linfomas, así como, para determinar la presencia de tejido activo durante el control de los pacientes en tratamiento.