INTRODUCCIÓN: Para el control de los derrames de origen neoplásicos se han usado multitud de substancias, entre ellas los citostáticos, los isótopos radioactivos y misceláneos como el talco, los corticoides y la metoquina. Esta droga es un antimalárico de síntesis usado hasta hace dos décadas cuya molécula contiene la misma cadena lateral que la pamaquima unido a un núcleo de acridina. MÉTODOS: Se trataron en el Instituto Nacional de Cancerología de Bogotá, Colombia, un total de 35 pacientes que presentaban localización del derrame pleural (19) y peritoneal (16). Estos tumores correspondían en su mayoría a linfoma, carcinoma de mama y carcinoma de ovario. La técnica que se usó fue realizar una paracentesis o toracocentesis tratando de extraer la mayor cantidad de líquido; el remanente servirá para aumentar la difusión del quimioterápico. Se instilaron 300 mg, por tres veces, en cavidad pleural y 600mg, por tres veces, en casos de ascitis.
RESULTADOS: Las máximas supervivencias con desaparición del derrame hasta el presente son un caso de 30 meses que corresponde a un linfoma y otro de 22 meses que corresponde a un caso de carcinoma de ovario. Las complicaciones principales fueron el dolor y el vómito.
CONCLUSIONES: Por los resultados obtenidos creemos que la metoquina es de gran utilidad en cerca de un 50 % de los casos en el control de los derrames malignos debido a su baja toxicidad, buena efectividad, bajo costo y fácil consecución.