El cáncer cevicouterino sigue siendo el único caso de enfermedad neoplásica, en el cual, es posible llevar a cabo programas masivos de pesquisas para diagnosticar oportunamente la lesión en su etapa preclínica y, aún más, para diagnosticar las lesiones actualmente reconocidas como precursoras del carcinoma cervicouterino in situ. Los criterios para considerar una prueba de pesquisa como satisfactoria son: la prueba debe ser confiable, la prueba debe ser especifica y debe tener una baja frecuencia de falsos positivos o de falsos negativos, idealmente en ninguno; la prueba debe ser relativamente económica. Además del punto controversial conceptual de la naturaleza del carcinoma cervicouterino in situ y su relación con el carcinoma cervicouterino invasor, los programas de pesquisa del cáncer del cuello uterino han dado lugar a otros puntos de discusión; por ejemplo, en lo relativo al tratamiento de las lesiones premalignas y del carcinoma in situ en particular, ya que por una parte existe el criterio conservador seguido en el Hospital de Oncología, que indica la conización como procedimiento diagnóstico y terapéutico del carcinoma in situ con muy buenos resultados hasta el momento, y por otra, existe la opinión radical que indica la histerectomía con resección de 1 a 3 centímetros de la cúpula vaginal, como el tratamiento mínimo conveniente del carcinoma cervicouterino in situ.