El mieloma múltiple (MM) es una neoplasia maligna de células plasmáticas con etiopatogénesis incierta que invade la médula ósea, produciendo una gran destrucción esquelética, insuficiencia medular y complicaciones ocasionadas por la gran cantidad de paraproteína (inmunoglobulina monoclonal o proteína M) sintetizada por las células malignas. La sobrevida es de 2 a 3 años, sin embargo, es variable de un paciente a otro, por lo que es de gran utilidad contar con factores pronósticos que permitan predecir la evolución de los pacientes y realizar la mejor elección terapéutica. El diagnóstico del MM está basado en la presencia de una proteína monoclonal en orina y/o suero, manifestaciones óseas e infiltraciones de células plasmáticas en la médula ósea. El gen supresor de tumores TP53, localizado en el brazo corto del cromosoma 17 (17p13) codifica para una fosfoproteína nuclear llamada p53, capaz de bloquear a la célula en la transición G1/S, deteniendo la proliferación de células con ADN dañado y promoviendo la apoptosis. A pesar de la importancia del papel que juegan las mutaciones del gen TP53 dentro de la progresión neoplásica del MM, la asociación de estas con las formas agudas y leucémicas de la enfermedad limita, y tienen gran importancia como un marcador de pronóstico clínico en esta enfermedad.