El conocer el estado ganglionar en el manejo del carcinoma mamario es importante y crucial para establecer el estadio, pronóstico y decidir los tratamientos adyuvantes. Aunque una disección axilar completa y el examen histológico de los ganglios con hematoxilina y eosina, es la metodología ampliamente utilizada, la extensión de la linfadenectomía, en la búsqueda de precisar la presencia o no de enfermedad metastásica, se ha convertido en un punto controversial.