Una vez más la democracia ha sido ejercida en la Sociedad Venezolana de Oncología: se ha renovado su Junta Directiva. Este ejercicio democrático se ha cumplido cada 2 años en forma ininterrumpida desde su fundación hace más de 50 años. Muchas han sido las Juntas Directivas electas y cada una ha tratado de dar lo mejor de sí para beneficio colectivo. Quizás los mayores cambios los hemos visto en los últimos años con una continua y progresiva transformación de nuestra Sociedad: remodelación de la sede, mayor solvencia económica y mayor proyección de los eventos científicos, entre otros.
Esta nueva Junta Directiva tiene por delante el reto inmediato de superar la gestión de la anterior, la cual fue excelente. Es por esa calidad sentido de pertenencia y trabajo en equipo que muchos de nosotros continuamos en esta gestión en diferentes cargos y con la incorporación de nuevos miembros, quienes en un futuro tendrán en sus manos el compromiso de tomar las riendas de la Sociedad.
Sin embargo, la Junta Directiva que me toca presidir se encuentra frente a una Venezuela diferente, con nuevas reglas de juego representadas en nuevas leyes y reglamentos que cambiarán la forma como hasta ahora se ha venido ejerciendo la profesión; es posible que nos veamos en la necesidad de replantear el papel de las Sociedades Científicas en la Venezuela de hoy, aumentando cada vez más el compromiso con las comunidades. Por ello la gestión que inicio hoy, más que nunca, necesita del apoyo y del concurso de todos los miembros de nuestra Sociedad; es prioritaria la actualización no sólo desde el punto de vista científico sino también el gerencial; la SVO necesita replantarse su razón de ser hoy en día.
Es fundamental mantener la unidad de las diferentes especialidades dentro de la SVO y reforzar los canales de comunicación existentes y establecer nuevos, donde las Secciones de Oncología Médica, Cabeza y Cuello, Ginecología Oncológica, Oncología Pediátrica y las que puedan crearse, así como todos y cada uno de los Capítulos de la Sociedad, sientan que se expresan de manera autónoma pero coordinada.
La utilización de todos los recursos tecnológicos de comunicación para difundir nuestra presencia, no sólo ante los miembros de la SVO, sino ante la sociedad venezolana y proyectar nuestra imagen hacia el exterior, es fundamental. El contenido no sólo puede ser de educación médica continua en oncología; debe ser más amplio y proyectar entre otros, a la Oncología como especialidad. Necesitamos sentirnos miembros de una gran familia y la SVO puede ser el engranaje de ideas y proyectos aportados por todos. Las relaciones con la industria farmacéutica debe basarse en una relación ganar-ganar, donde todos estamos conscientes del aporte que nos damos en forma recíproca. La Fundación BADAN también nos ha abierto sus puertas y no dudaremos en afianzar esta promisoria relación.
Finalmente, esta es la Primera Junta Directiva que tiene un Presidente que no vive en el área metropolitana de Caracas, sino en el interior del país; considero que este es un paso más el cual hemos dado como Sociedad hacia la modernización y apertura de la misma. Me acompaña un excelente equipo de trabajo hacia quienes me une estima, respeto y consideración. Las Juntas Directivas de las Secciones y de los Capítulos también están conformadas igualmente por personas de reconocida trayectoria y capacidad. Esta confluencia de voluntades y sentido de pertenencia espero me permitan, en 2 años, poder entregar la Presidencia de la Sociedad con la satisfacción del deber cumplido al frente de la Sociedad Venezolana de Oncología.