La publicación de una revista científica tropieza con muchas dificultades en nuestro país, donde los costos son relativamente altos y, en muchas ocasiones, es necesaria una gran dosis de esfuerzo y de paciencia para seleccionar el material y recopilar y seleccionar el material. Por eso nos llenamos de gozo al arribar al décimo año de Acta Oncológica Venezolana, la revista que suplanto al viejo Boletín del Instituto de Oncología Luís Razetti, ha venido a satisfacer, en parte, las inquietudes científicas del grupo de Oncólogos de nuestro país.
Aún mantenemos en fresco en nuestra memorias el recuerdo de las primeras conversaciones sostenidas con el editor, nuestro buen amigo, Dr. Luís Paván Loreo para la publicación de la revista; sobre el diseño de la carátula, con el famoso pintor venezolano y concuñado nuestro, Profesor Augusto Pereira Agudelo, y la presentación del primer número en los jardines del viejo Club Paraíso que a todos nos llenó de gozo y contentamiento al ver convertidos en realidad uno de nuestros mas caros propósitos.
Desde entonces Acta Oncológica Venezolana se ha venido publicando con bastante regularidad con el esfuerzo desplegado por su Comité de Redacción y muy especialmente por sus directores, el Dr. Oscar Rodríguez Grimán, primero, y el Dr. Ramón Millán García, quien la dirige desde hace dos años. En todo este tiempo, las páginas de la revista han estado abiertas a todos los colegas del país, para escribir y para leer temas referentes a la especialidad. En buena parte las misma se han nutrido por loas trabajos presentados en Jornadas y Congresos y esperamos que hayan contribuido a una mejor concientización del grupo médico en relación a la problemática del cáncer, pilar fundamental en la lucha contra la enfermedad, donde se impone un diagnóstico precoz para un tratamiento adecuado y temprano, a fin de lograr las mejores curaciones, esto es la erradicación de la lesión con una sobrevida útil, en las mejores condiciones físicas, psíquicas y espirituales.
Al cumplir sus primero diez años Acta Oncológica Venezolana, damos gracias a Dios por habérnoslo permitido, así como a todos aquellos que han contribuido con su esfuerzo a mantenernos firmes en el camino, a la vez que elevamos nuestras oraciones al Cielo para que el Señor nos siga bendiciendo en el propósito de difundir los conocimientos y experiencias relativas a la materia a la materia oncológica.